En el mundo del e-commerce, muchos creen que competir es bajar precios. Que la estrategia es estar más barato que el resto.
Y durante un tiempo, eso puede funcionar. Pero a largo plazo, esa carrera termina en el mismo lugar: márgenes al límite, clientes sin lealtad y negocios agotados.
El verdadero diferencial no es el precio.
Es la marca.
El caso Netflix: competir desde la marca, no desde el precio
Esta no es la historia que suele contarse.
Cuando Netflix nació, no era la opción más barata ni la más potente.
Era, en esencia, un modelo logístico pensado para resolver un dolor muy específico del cliente: las penalizaciones que Blockbuster cobraba por no devolver una película a tiempo.
Según contó su fundador, Reed Hasting la idea surgió después de pagar una multa de cuarenta dólares por la película Apollo XIII. Estaba tan molesto que se preguntó:
¿Cómo puede resolverse esto de una manera más justa y eficiente para el cliente?
Ese enojo fue el origen de una de las disrupciones más grandes en la industria del entretenimiento.
Ese enfoque centrado en la insatisfacción del cliente fue su diferencial.
Y desde ahí, construyó una marca que:
- Se comunicaba con claridad
- Entregaba valor constante
- Generaba una experiencia simple y previsible
- Conectaba con su audiencia más allá del producto
No tenía millones.
Tenía una idea clara, ejecutada con coherencia.
Hoy, esa misma lógica aplica a cualquier marca que venda online.
¿Qué hace a una marca fuerte en e-commerce?
Una marca sólida:
✅ Puede cobrar más (sin miedo).
✅ Tiene mejores tasas de conversión.
✅ Fideliza clientes, incluso sin descuentos.
✅ Genera confianza antes, durante y después de la venta.
Pero no se construye de un día para el otro.
Se construye todos los días, desde lo más básico:
- Una identidad visual clara (que no cambie cada semana).
- Un tono de voz coherente con el cliente ideal.
- Contenido que informa y conecta (diálogo de ventas).
- Una experiencia de compra fluida y memorable.
- Un propósito claro (aunque vendas productos comunes).
Ahí, sin darte cuenta, estás construyendo una marca.
Reflexión final
Cualquiera puede abrir una tienda online.
Pero no cualquiera deja huella.
No construyas solo una tienda.
Construí una marca que diga algo. Que valga más. Que fidelice. Que te represente.
Cómo Netflix, o como miles de marcas que hace 2 años no existían… y hoy venden más que sus competidores.
Dario Conti ®
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